El cuatro es la cohesión de los opuestos por eso es el número de la
estabilidad, en cambio, el tres resuelve el conflicto de la dualidad, pero
el regreso al origen sólo es posible a través del 4, que restituye las cosas
y permite volver al uno. Es necesario el 4, porque si hay dos opuestos,
para que lleguen a integrarse y cohesionarse, deben tener un mediador
a cada lado.

La cuatripartición es el resultado de dividir la dualidad, el punto es la
unidad, la distancia entre dos puntos es una recta y la división de ésta
por otra recta en la mitad crea la cuatripartición, que no es otra cosa que
la representación de un plano espacial. La dualidad es lo que utiliza el
creador para crear sus creaciones, cuando esta se divide ya no solo hay
izquierda – derecha, si no también arriba y abajo, esto crea un espacio
donde hay un orden y a la vez una complementariedad entre opuestos.

Según Carl Jung: “La cuaternidad es un arquetipo que, por así decirlo,
se presenta universalmente. Es la premisa lógica de todo juicio de
totalidad. Si se quiere llegar a un juicio de este tipo, éste debe tener un
aspecto cuádruple. Cuando, por ejemplo, se quiere caracterizar la
totalidad del horizonte, se nombran los cuatro puntos cardinales. Hay
siempre cuatro elementos, cuatro cualidades primitivas, cuatro colores,
cuatro castas en la India, cuatro caminos en el sentido de evolución
espiritual en el budismo.
Cuaternidad: Perspectiva física de la realidad, cuatro estaciones,
cuatro direcciones. Cuatro estados: espiritual, mental, emocional y
físico. Anhelo de estabilidad, previsibilidad y permanencia.
Simbólicamente representa el anhelo de estabilidad de un contexto que
pueda ser mentalmente previsible por lo tanto medible.
La materia del mundo tridimensional se organiza en forma de cubos,
pero esconde dentro de sí el tetraedro basado en el equilibrio divino. La
materia no puede existir sin contener a lo divino. Todo el mundo está
construido según la misma ley, tanto si fuera para materia inerte o para
materia animada como los seres vivos. Las caras del tetraedro inmerso
en el cubo tienen contacto con las 4 superficies interiores de las esquinas
cortadas del cubo, lo cual podríamos interpretarlo como la divinidad en
contacto con la materia. Y si sacamos hacia afuera estas secciones
cortadas nos darían 4 tetraedros que uniéndonos formarían una
pirámide.