El sistema de Plotino es teoría de la plenitud del Uno. Por lo cual su perfección devenida y plena sólo puede marcarla el Uno como principio y el
Uno como fin. “El sistema de Plotinono es... un sistema teleológico: el
comienzo es el fin” De hecho, la trayectoria de su pensamiento está animada por un apetito del fin, donde se halla el sentido pleno y la perfección del
ser. Todo el movimiento del ser y del pensamiento está protendido hacia la
recuperación de la unidad perdida

El círculo de la Unidad cabal. Movimiento queva del Uno al Uno, de la autoposición a la recuperación de unidad, pasando por la dispersión de lo múltiple, lo diverso y lo plural. Aquella figura cuyo principio y final coinciden en un mismo punto expresa la perfecta unidad de la perfecta totalidad omniabarcante. Sólo en ella cabe, aun siendo finita, la perpetuidad de un movimiento inexhausto y sin final. El círculo es así la
expresión de lo perfecto. Y abarca en sí lo estático y lo dinámico. Por eso los
griegos de Parménides y de Aristóteles comparan el ser con la esfera o representan el universo supralunar, ámbito de lo perfecto, como un inmenso sistema circular, traducido a su dinamismo correspondiente: el movimiento de las
esferas. Lo subrayaba Platón en su Timeo al proponer aquella labor de orfebrería que fue la producción del mundo. El tiempo, visto como “imagen de la
eternidad”, exige un desplazamiento en círculo capaz de “salvar” lo sensible
y redimirlo de su condición perecedera, para asemejarlo en lo posible a su
modelo eterno.